En los contenedores maritimos nuevos, o de primer viaje, su estado es impecable, apenas pueden presentar pequeñas rozaduras o arañazos, debidos a la manipulación en el transporte hasta su destino. Los contenedores para carga totalmente cerrados y resistentes a la intemperie, con techo y paredes laterales rígidas y suelo de madera, son los más usados y los que resultan de menor coste. Son elaborados para el transporte de carga seca, fundamentalmente, tales como los productos manufacturados, los de consumo básico, los electrónicos, la ropa, etcétera.
Los contenedores con pocos años, de entre 2 y 8 años, suelen estar en buen estado y son perfectos para los mismos usos para los que fueron concebidos. Son válidos, por tanto, para el transporte marítimo, así como para destinarlos a almacén. Pero, los que han superado su vida útil, al contar con algunos desperfectos, como la corrosión que se manifiesta al exterior, se utilizan solo como almacén, son denominados AS IS. Los contenedores cuyo coste de reparaciones supera su valor de venta en el mercado, serán enviados a la chatarra para su desguace.
Un contenedor nuevo, sin ningún mantenimiento preventivo, normalmente fabricado en acero corrugado, puede durar, para almacenamiento, más de 20 años. En los usados, su vida útil es variable y depende de las condiciones de uso que se haya dado al contenedor. En los contenedores usados es posibles evitar las áreas de corrosión, siempre que se realice un mantenimiento preventivo adecuado, cuando sea necesario. El uso diario de los contenedores los estropea, por ello, es necesario realizar las tareas de mantenimiento periódicas, para evitar la corrosión, y repararlos, para alargar su vida útil.
El uso de contenedores no ha parado de crecer constantemente, bien sea como medio de transporte esencial, a nivel mundial, bien para almacenaje, e incluso como oficina provisional, gracias a la excelente relación calidad- precio, a su alta durabilidad y a los bajos costos de mantenimiento, frente a otro tipo de soluciones estructurales.
Los contenedores maritimos nuevos, fabricados en acero reforzado, son perfectos para:
Los transportes de cargas secas y refrigeradas.
El almacenamiento, como depósito, de productos secos o refrigerados.
El almacenaje de líquidos.
Como módulos, para diversos usos en negocios e industrias.
Ofrecen las siguientes ventajas:
Son muy duraderos, debido a los materiales y forma de construcción.
Proporcionan una solución estructural de manera inmediata.
Permiten múltiples usos y la fácil adaptación a ellos.
Permiten un cerramiento hermético, que otorga mayor seguridad
Son fáciles de mover y permiten una forma de almacenamiento portátil.
Son altamente competitivos, en precios, en comparación a otros productos sustitutivos.